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“porque el hombre vive en el tiempo, en la sucesión, y el mágico animal, en la actualidad, en la eternidad del instante.” Jorge Luís Borges Los lugares cotidianos que recorro y los cuales observo constantemente fueron los causales para dar inicio a este trabajo que en cierta forma buscaba la documentación de un acelerado desarrollo urbano,(en cuanto a la parte de la vivienda multifamiliar) así como la expansión de una metrópoli en espacios reducidos, su capacidad de crecer de una forma casi caótica y un tanto desordenada, amorfa y descontrolada. Vivir en una cuidad capital como Bogotá tiene para muchos ciertas implicaciones que se deben asumir y finalmente aceptar para formar parte de la misma. Particularmente se puede ver como ciertos barrios de Bogotá se han modificado radicalmente y otros se han convertido en grandes contenedores de habitantes. La creciente expansión demográfica hace que se aglomeren los seres humanos en muchas partes de la ciudad y casi hasta el límite, como empaquetados en pequeñas cajas de ladrillo y concreto. Algunos de nosotros vivimos ya en unidades residenciales de considerable tamaño con personas y situaciones que a diario nos vemos forzados a convivir y que debemos aceptar se quiera o no. Se viene presentando un fenómeno en el cual las casas que antes ocupaban grandes áreas de construcción se reemplazan por edificios de elevadas alturas, los terrenos otrora baldíos son ocupados. De manera tal se construye en Bogotá que todo sucede a una gran velocidad, ocurre que donde hace meses dejamos de transitar si retornamos hoy día podremos ver cómo ese paisaje urbano ha cambiado. La memoria de la ciudad, del entorno en el cual se vive hace que poco a poco vayamos adquiriendo cierta identidad, en cierta forma pertenencia. Así como sucede con nuestro barrio ocurre con nuestra ciudad y en mayor medida con el país. Evidenciar el cambio mediante el dibujo como memoria escrita de los lugares y objetos relativos a ellos es una manera de hacer constar un tiempo pasado, así como lo hace la fotografía con un fragmento de tiempo. El dibujo se convierte en herramienta que sigue paralelamente el proceso de desarrollo de estos lugares, como lo hacen las maquinas y hombres en aquellos espacios.
Jaime Gamboa