«Retrospectiva»

Continuación
 

Galería 2do Piso
Diciembre 4 a Enero 29 de 2014

Texto Sala

 

Carlos Rojas fue un recolector y curioso insaciable. Su obra, basada en gran medida en modelos científicos, pretende mostrar una aproximación a la exploración de lo más profundo del ser humano desde la razón y la sensibilidad. Los procesos de creación de Rojas, conformaron un proyecto artístico abstracto. Hoy en día es considerado una de los más grandes exponentes del de la geometría y el abstraccionismo en Colombia.
 
Con claras influencias de Picasso, Klee, Mondrian y Van Doesburg, entre otros, Rojas recoge y comparte ideas sobre la reducción del objeto, a través de la abstracción de la forma. Su obra es el resultado de desarrollos técnicos ligados a experiencias en los espacios que habitaba, recorría y pretendía comprender.
 
El inicio de la obra de Carlos Rojas se da con los dibujos de la naturaleza que realizaba desde que era un joven estudiante en el seminario de los curas agustinianos, ya que como el mismo decía “… siempre vi la naturaleza como la base integral de todas las cosas”. Dibujos de pájaros, rostros, hojas, flores y fragmentos del cuerpo fueron el principio de la exploración de las formas, sus estructuras internas, las relaciones entre sus partes y las proporciones geométricas.
 
Sus primeras aproximaciones al arte formal, como él lo llamaba, se dieron a finales de los años cincuenta, con la serie papeles pegados en el cual trabajó con una concepción del espacio heredada del cubismo americano, en donde exploraba la fragmentación y la discontinuidad de la línea. Para este periodo el artista se valía de materiales como hule, plástico y papeles de colores. Después, Rojas trabaja la que ha sido su serie más peculiar dentro de toda su obra: Mujeres en faja, definida por la incorporación de objetos de uso cotidiano, la cual presenta una gran influencia del arte Pop.
 
Posteriormente, durante los sesentas Rojas viaja a Europa, experiencia que lo dejó permeado de las ideas de la escuela del Bauhaus, las cuales se vieron fortalecidas con el surgimiento del minimalismo. Aquí las matemáticas y la geometría ya son el pilar de su obra, muestra de ello es la serie de Ingeniería de la visión compuesta a su vez por las series Signos y Señales y Pueblos, esta fue la etapa más racional de obra, predominantemente geométrica con una fuerte inclinación sobre el formato cuadrado, la monocromía y la arquitectura.
 
Hacia la década de los setenta, durante un viaje a México su obra se ve impregnada de cuestionamientos relacionados con su visión del entorno, del país y de la tierra americana, dando así inicio al periodo de América, más específicamente a las series Horizontes y Cruzados.
 
La serie Horizontes habla de los elementos configurantes de un paisaje. Es la exploración del color en función de la horizontalidad de la mirada, en ella Rojas habla de los colores de las telas, y los tejidos de los pueblos andinos. Esta serie está más enfocada en lo metafísico que en lo plástico, mientras que en la serie Cruzados, Rojas alude a la figura de la cruz, un signo que aparece desde sus primeras obras abstractas y la cual nace de manejar la vida en dos dimensiones, lo vertical y lo horizontal.
 
Durante la década de los ochenta se empieza a desarrollar la serie Dorado, donde la estructura conceptual de las formas precolombinas (lo horizontal y lo vertical) es el punto de partida para el desarrollo de su obra. En Dorado la historia se revisita, explorando lo que representó la conquista y lo que significó América para los españoles. En esta serie la concepción religiosa sigue siendo un punto vital explorando lo sagrado a través del uso del color dorado.
 
Simultáneamente, la materialidad que se viene acumulando en la serie Dorado, da inicio a Mater Materia, donde Rojas hace referencia a la destrucción y donde va decantando y limpiando la manera en que se concibe la obra. Su interés por una perfección formal desaparece.
 
A mediados de los ochenta, Rojas incrementa su interés por el acontecer del mundo y en particular de su país. En este periodo nace la serie Mutantes, donde el artista se vale de materiales asociados a la pobreza y a la miseria para realizar sus obras. En donde se puede sentir la pasión del artista por el espacio y los procesos constructivos.
 
En la década del noventa, Rojas da a conocer la que sería su última serie, Por Pintar. En esta serie el artista revisa el concepto de la pintura – pintura. En ella se resume todos los momentos creativos del artista, teniendo una influencia particular las series de Cruzados y Mater Materia. Esta serie habla del dolor y la tragedia, así mismo es todo lo que está por hacerse. Esta es su serie más íntima, pues habla de las grandes alegrías y los grandes dolores.
 
La obra de Carlos Rojas es una de las demostraciones más contundentes de cómo el arte puede revelar la vida y manifestar su sentido: elevando la experiencia de un nuevo nivel de abstracción. Se trata de una obra cuyo carácter creador consiste en transformar en conciencia una experiencia lo más amplia posible. “… Para mí, la abstracción es la simplificación de elementos desde un complejo naturalista total”. Rojas, “Árbol, palito con bolita” en la Prensa, enero de 1989.

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Carlos Rojas fue una de las figuras centrales de la creación artística abstracta en Colombia y como tal, uno de los artistas que definió el curso del arte abstracto en América Latina. Aunque adelantó estudios de Arquitectura en la Universidad Javeriana de Bogotá y de Artes en la Escuela de Bellas Artes en Bogotá y Roma, se puede decir que fue un autodidacta en la medida en que prefirió a los diplomas la libertad para estructurar un camino y un lenguaje propios. En consecuencia, viajó por el mundo en busca de nutrientes para sus muy diversas pasiones, entre las cuales se cuentan las más diversas expresiones de las artes visuales, la música, la arquitectura, la artesanía, el diseño, la tecnología y la naturaleza, como las expresiones místicas (entendió que entre ellas estaban también la ciencia y las matemáticas). La proposición de este artista, por esas mismas razones, no se puede calificar más que con su nombre y para leerla es necesario conocer el lenguaje que construyó, paso a paso, en las distintas etapas de su trayectoria creativa. Dentro de sus series se encuentran Papeles pegados, Mujeres en faja, Ingeniería de la Visión, Pueblos, Horizontes, Cruzados, Dorado, Mater Materia, Mutantes y su última serie Por pintar. En esta ocasión la Galería el Museo continúa en el segundo piso de la galería de manera resumida con la Retrospectiva inaugurada en la galería desde mediados de octubre, rindiendo un homenaje a este gran maestro que con su obra dejo un importante legado, el cual contribuyó de manera definitiva en la elaboración de la historia nacional de las artes.

 

Rojas fue escogido para representar a Colombia en varias Bienales internacionales de arte, resaltando las siguientes: la Bienal de Venecia, Italia en 1957 y 1958, la Bienal internacional de México en 1958, la I Bienal de Quito en 1968, la XIII Bienal Internacional de Sao Paulo en Brasil en 1975, donde ganó una de las diez menciones internacionales. Nuevamente, en 1982 y 1990 participa en la Bienal de Venecia. Posteriormente, en 1991 participó de nuevo en la Bienal de Sao Paulo.

 

Esta exposición estará abierta al público hasta el 30 de enero del 2015 en la sede de la Galería El Museo: Calle 81 No. 11 – 41. Lunes a viernes de 9:00 a.m. a 7:00 p.m. y sábados de 11:00 a.m. a 7:00 p.m. en jornada continua. Entrada libre.

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Serie linea de la Naturaleza

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Serie Papeles Pegados

A finales de los años cincuenta, Rojas comienza su periodo de Papeles Pegados, en el cual trabaja con una concepción del espacio heredada del cubismo, haciendo caso omiso de los códigos formales de la perspectiva, y desintegrando la concepción unitaria del espacio. El sentido del tiempo en estas obras es característico del collage. Trabaja la fragmentación y se vale de materiales como hule para manteles, plástico adhesivo y papeles de colores.
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Serie Mujeres en Faja

De un marcado carácter Pop, Mujeres en Faja, se define por la incorporación de objetos cotidianos (ropa interior femenina), además de un uso de colores fuertes y planos, provenientes del arte comercial. “En mujeres en faja lo que me importaba no era, el tema en sí, sino la relación entre las partes configurantes de un todo, o sea, el espacio proyectado de un cuerpo… esas mujeres, que pueden ser tan expresivas, tienen un manejo geométrico….”

“Un día de pronto descubro que mi mamá se viste y que utiliza faja. Esas prendas y esos brasieres con unas formas terribles que en alguna medida me evocaban los atuendos del caballo: cinchas, gualdrapas, hebillas […]”.

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Serie Ingenieria de la Visión

En los años sesenta, la desaparición de la línea curva y la aparición del formato cuadrado dan inicio al periodo de Ingeniería de la visión, el cual tiene como fundamento la geometría y la matemática. Este periodo compuesto por las series signos y señales, y pueblos, evidencia la investigación de Rojas sobre el espacio y da paso a las obras monocromáticas, prestando así mayor atención a las formas geométricas.

“El arte verdadero es y ha sido conocimiento puro, él se desprende de la ciencia como arte y como conocimiento aplicado”.
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Serie America Horizontes

Esta serie habla de los conceptos genéricos y matemáticos, después de un proceso donde interviene en forma radical la organización visual del mundo circundante. Horizontes es una explosión de color, la cual se nutre de lo más arraigado de la cultura popular americana: los colores y formas de su arquitectura, sus objetos y textiles indígenas, así como de su geografía, el paisaje andino.

“Los colores obedecen a estados anímicos más que a realidades físicas. Quiero decir, si estoy hablando de paisaje – sitio, estoy planteando un fenómeno absolutamente personal con respecto a la temperatura, la estación, a una serie de variables que configuran el paisaje”.
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Serie America Cruzados

En esta serie, Rojas alude a tópicos desligados entre sí en los niveles temporal y conceptual. Comienza a tomar fuerza la inclinación por la cruz, un signo que aparece desde sus primeras obras abstractas y cuyo significado se refiere a la muerte, al más allá, y la religión, este último teniendo particular importancia en toda su obra. A lo largo de esta serie se puede ver su continuo interés por el universo textil y el paisaje que ahora es urbano, el cual surge partir de un viaje a Nueva York en la década del setenta.

“Los Cruzados nacen, de una parte, de la relación de lo vertical y lo horizontal. Es decir, el horizonte de la tierra y lo vertical del hombre, del espíritu contundente de un yo vertical. De otra surgen del hecho de manejar la vida en dos direcciones opuestas: la búsqueda y la negación de un fin”.

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Serie Dorado

En El Dorado, la concepción religiosa sigue siendo un punto central. El tema de su exploración es lo sagrado, a través de la insistencia en el color. En esta serie Rojas hace referencia al mundo indígena del sur del continente y al barroco americano, a través del empleo de tonalidades metálicas. En esta serie, su concepto de la abstracción cambia, la recta desaparece y la línea se convierte en huella, en gesto.

“Lo que me he propuesto es plantear esa búsqueda del Dorado como un hecho cultural a nivel latinoamericano. Ya no es Europa que descubre a América (el descubrimiento), no fue sino cerrar las puertas a la propia cultura, y el mito de EL Dorado no fue sino una expresión de esa necesidad de tener mayo posesión de América: el poder intelectual, el poder del oro, marcaban el dominio sobre el mundo, sino el hombre americano que a en búsqueda de sus raíces y de sus diferencias”.
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Serie Mater Materia

En Mater Materia, la destrucción se convierte en el concepto central de la investigación. De esta manera se ve que el interés por la perfección formal desaparece y las problemáticas sociales como la descomposición de las ciudades, el sida, y la persecución homosexual serán temas alrededor de los cuales girará este cuerpo de trabajo. En estas obras aparecen marcadas texturas y elementos ajenos a la pintura, los cuales dan la noción de proceso, transformación destrucción y reconstrucción.

“Empecé a trabajar con lodo porque era agua, pero me aproximaba a otra materia y además coincidió con la tragedia de Armero, tan violenta que me hirió el espíritu. Con mis primeros cuadros de lodo empezó a aparecer la textura”.
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Serie Mutantes

A partir de mediados de los ochenta el interés de Rojas por el acontecer del mundo contemporáneo en especial del país, se incrementa. En esta etapa deja ver su enorme preocupación por la situación política y social del país, haciendo uso de materiales que evocaban los problemas de violencia, exilio, abandono y miseria.

“Se parte del elemento fundamental de la existencia del hombre que es su propia naturaleza tanto interior como física. De estas dos mezclas se produce la abstracción y lo concreto en el arte de la producción humana. Entonces, creo que en esta obra uno va a encontrar violentas asociaciones más psicológicas y mentales, casi metafísicas, con la naturaleza que con una idea esencialmente geométrica”.

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Serie por Pintar

Esta serie no es auto reflexiva, no incorpora el collage, no se cuestiona. Por Pintar es lo que se podría llamar el regreso a la pintura – pintura. Se puede decir que esta serie es la síntesis de dos periodos: Cruzados y Mater Materia. Para Rojas esta serie habla de las grandes alegrías o los grandes dolores y significa todo lo que está por hacerse. Es en sí jugar con los extremos, lo material y lo etéreo, lo íntimo y lo público.

“Aludo al hecho pictórico, tratando de encontrar los valores de la obra de arte tradicional. Pero que considero no llegan a ser tan consecuentes –hoy por hoy- como el hecho mismo de la inteligencia afrontando los problemas en que se existe”.
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ESCULTURA

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Panorámicas

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